Al menos ese es el generoso precio en rebajas que intentó autoconcederse un tal Chandon Simms, quien seguramente iba la mar de contento a la salida de un Wal-Mart de Los Ángeles tras haber cambiado la etiqueta de un aparato de $984 por la de uno de $4,88 y haber abonado esa minúscula suma en una caja automatizada... hasta que lo pararon en la puerta y su ingenioso plan fracasó. Yo recuerdo que un amigo mío hacía algo parecido en el Carrefour para llevarse jamón serrano a precio de chopped, pero esto sin duda ya es pasarse. En inglés.
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