Desde Estados Unidos a Europa, pasando por Corea del Sur, se preparan ingentes desembolsos para reducir la dependencia externa. "Los gobiernos están invirtiendo en sus propias capacidades de fabricación de chips", expone. "Ser autosuficiente en la fabricación de estos diminutos componentes es un camino largo y accidentado que no solo depende de la inversión pública", continua.
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