Recordemos que se trata de un problema muy grave, cuyo coste económico es muy elevado, y afecta a los motores Puretech 1.2 y 1.0 de Peugeot, Citroën, Opel (excepto algunas unidades que incorporan en el vano un motor de origen coreano) y DS, así como a algunas unidades de la Toyota Proace y Jeep. Actualmente, afecta aproximadamente a 220.000 vehículos, que ya aglutina a más de 18.000 usuarios, y que señala que Stellantis no quiere darles la razón porque implícitamente sería reconocer el deficiente desarrollo de estos motores.
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Para los vaguetes, y un poco aprovechados... Fíjate si Mazda, fabricante que vende diésel solamente en mercado europeo, y se han animado a arriesgarse, cómo es posible que los propios fabricantes europeos nos hayan echo esta putada.
Respecto a lo del diésel, personalmente no creo que debieran existir en forma híbrida. El arranque y la parada son siempre la mayor fuente de suciedad, y si un diésel es muy sucio y le cuesta bastante calentar, no veo tanto la ventaja en que esté arrancando y parando continuamente como en un híbrido convencional. Y la prohibición, tenían que haber dado diez años para quitar todo lo que no sea Euro 5 en adelante: del centro de las ciudades, y de las carreteras.