La Universidad ha apartado al profesor Àlvar Sánchez después de que elDiario.es revelara que seguía dando clase y acudiendo a la facultad a pesar de tener una condena por haber acosado a una doctoranda
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Y no me digáis que se lo merece, como mínimo derecho a vivir de algo si debería tener, se supone que lo que tenga que pagar ya lo paga con la justicia y la condena que le hayan impuesto en un tribunal, y debería ser el tribunal el que considere si esa persona está incapacitada para vivir o no en sociedad.
Y este porque es un pringao y no tiene amigos que presionen a los medios.
A poco que se busque se encontrarán más acosadores.
La justicia no se puede manejar libremente. Sobretodo porque en general la gente tiende a meter penas muy grandes por un suceso que puede ser revertido. Algo puede ser grave pero hay que pensar sobre si la sociedad y sus individuos se ven beneficiados de tal cosa, pero aclarando que tampoco me refiero a que "el fin justifica los medios".
Por último, también decir que arruinar la carrera de alguien que seguramente que era útil a la sociedad y dejarle con una mano delante y otra detrás se me hace una pena muy del medievo, donde se cortaban las manos a los ladrones. Creo más en la privación temporal y reinserción para que cuanto antes la sociedad se vea beneficiada.
La sentencia lo inhabilita profesionalmente, así que se cumple el requisito que dices, lo ha determinado un juez. Aquí quien no estaba cumpliendo la ley es la UAB, y por supuesto, el delincuente este que te da tanta penita.
que-les-jodan.
Pero fuerte además.
Si alguien ha perdido su trabajo por un despido más que procedente (que aquí además tiene causa penal) ¿qué privilegio se espera? Vamos, la consideración ha de ser la misma que con alguien al que echan por agresión a un compañero, incumplimiento de normas de seguridad o el motivo tipificado que sea. Ninguna.
Si además es por causar perjuicio a una persona, que no a una razón social, con más motivo. Si el perjuicio es desde posición de poder y con abuso reiterado del cargo, como es este caso, abogaría por grabarles "HARASSER" en la frente mediante escarificación, que tiene las mismas letras que acosador y además lo verán venir en más países.
A la calle y a buscar. De lo que haya. Nadie le niega el derecho a ganarse el pan.
Vamos, por favor con la empatía del todo a cien.
Si la sentencia es firme y no hay margen de duda, no entiendo que no hayan actuado antes tomando medidas.
Bueno, me hago un idea, pero quiero pensar que no es por eso.
Es decir, que como se supone que el fin es que este señor aporte algo bueno, pues ya si eso miramos para otro lado por el medio, pescozón y listo.
¡Valiente beneficio para lo sociedad el guardar la plaza a un acosador y que abusa de su posición de autorizad!
Condena, pena, reinserción y lo que surja.
Como cuando tienes más de 40, te quedas calvo, tienes tres churumbeles y sales a pescar a un bar de veinteañeras.
Pero estas mierdas sostenidas y continuadas en el tiempo me revuelven la barriga porque no son hechos circunstanciales frutos de un elemento variable o transitorio, son el reflejo de la mezquindad de las personas y ahí, ni agua.
Que mal cuerpo, tal vez pasara algo así. En universidades y centros hay todo un ecosistema de relaciones, protecciones, poderes e intereses… pero vamos, hablo por hablar.
#5 en el caso de este documental, la respuesta no te gustará, aunque es verdad que en este caso si hay sentencia firme y clara.
Por lo cual, la noticia era, que no pensaban hacerlo.
La derecha española no aceptaría menos, así que si quieres defender los derechos que parece que quieres defender, te animo a sindicarte.
Y en el caso de funcionarios(que no pueden ser despedidos), la misma justicia deja claras penas de inhabilitación.
Me refiero a que ese condenado, bien puede trabajar en otra cosa, como por ejemplo una gasolinera, donde no va a poder usar su posición para abusar de nadie...
Sé, de primera mano (estaba en la institución cuando pasó), de una institución pública que, ante un caso de robo, envió al funcionario a casa inmediatamente, sin esperar a terminar el proceso penal, y luego, por echarlo antes de hora, se lo tuvo que comer con patatas.