El rechazo de Vox al derecho al aborto va mucho más allá de instar a los médicos a que inviten a las gestantes a escuchar el latido del corazón del feto y ver una ecografía 4D, como ha anunciado el vicepresidente de Castilla y León, Juan García-Gallardo. El partido ultra se opone también a que las mujeres puedan decidir si abortan por sí solas, sin contar con la opinión del hombre. Así figura en la propuesta de veto que los tres senadores de Vox presentaron en la Cámara alta a la nueva ley de salud sexual y reproductiva e irrupción del embarazo
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