Visto en MadPenguin
www.madpenguin.org/cms/?m=show&id=6019. Tras una lectura en diagonal (otro día lo leeré más detenidamente) me siento obligado a menearlo. Traduzco la reseña: "Este artículo es una práctica guía paso a paso para asegurar sistemas Linux. Aborda los requerimientos básicos para asegurar un Linux en sistema que necesitan ser auditados en entornos empresariales" En otras palabras: a guardar en el disco duro y leerlo con tranquilidad. Si tuviese unas imágenes y una edición más cuidada, ya sería "la monda". ¿Llegará a la portada? Ciertamente lo merece ¿o no?
provocar.
(Del lat. provocāre).
1. tr. Incitar, inducir a alguien a que ejecute algo.
2. tr. Irritar o estimular a alguien con palabras u obras para que se enoje.
3. tr. Intentar excitar el deseo sexual en alguien. U. t. c. intr.
4. tr. Mover o incitar. Provocar a risa, a lástima.
5. tr. Hacer que una cosa produzca otra como reacción o respuesta a ella. La caída de la bolsa provocó cierto nerviosismo.
6. tr. coloq. Vomitar lo contenido en el estómago. U. m. c. intr.
7. tr. coloq. Col., El Salv. y Ven. Incitar el apetito, apetecer, gustar.
8. tr. p. us. Facilitar, ayudar.
Mi "provocación" ha de entenderse, a mi modo de ver, como la primera acepción: "Incitar, inducir a alguien a que ejecute algo".
Ni me he insinuado, ni he descalificado, ni, espero, provocado lástima. Ya lo he comentado varias veces estos días: gente valiosa está comenzando a prescindir de Menéame. Ellos también son responsables, los que aún utilizan este servicio, del buen uso o no, ya que la PASIVIDAD NOS HACE COMPLICES.
Yo juzgo meneo a meneo, sólo por el CONTENIDO. No me importa que el responsable del meneo haya enviado una noticia a favor de las drogas, la violencia y tantos otros temas en los que discreparé, tanto da.
Mientras la noticia enviada sea de interés general, en mi entender, votaré, aunque el autor me haya descalificado y/o insultado con anterioridad. Porque antes de las filias y fobias ha de prevalecer el SERVICIO PUBLICO, al menos es lo que siempre me ha guiado estos años, unas veces más acertado que otras, pero con esa guía.
Y ahora una pequeña digresión, esto me recuerda a aquella sentencia de un juez de Lleida/Lérida en un caso sobre violación, en el que manifestó que la víctima, una joven, "provocaba" al ir con minifalda.
www.google.es/search?hl=es&q=juez+provocacion+minifalda+violacion
Esto me recuerda un sucedido muy conocido.
El general de la legión Millán Astray le espetó a Valle-Inclán: ¡Viva la muerte y muera la inteligencia!
es.wikipedia.org/wiki/José_Millán_Astray
Alguien grita entonces, desde algún lugar del paraninfo, el famoso lema "¡Viva la muerte!". Millán-Astray responde con los gritos con que habitualmente se excitaba al pueblo: "¡España!"; "¡Una!", responden los asistentes; "¡España!", vuelve a exclamar Millán-Astray; "¡Grande!", replica el auditorio; "¡España!", finaliza el general; "¡Libre!", concluyen los congregados. Después un grupo de falangistas ataviados con la camisa azul de Falange hacen el saludo fascista, brazo derecho en alto, al retrato de Franco que colgaba en la pared. Unamuno, que presidía la mesa, se levanta lentamente y dice: "Estáis esperando mis palabras. Me conocéis bien, y sabéis que soy incapaz de permanecer en silencio. A veces, quedarse callado equivale a mentir, porque el silencio puede ser interpretado como aquiescencia. Quiero hacer algunos comentarios al discurso -por llamarlo de algún modo- del general Millán-Astray que se encuentra entre nosotros. Dejaré de lado la ofensa personal que supone su repentina explosión contra vascos y catalanes. Yo mismo, como sabéis, nací en Bilbao. El obispo -Unamuno señala al arzobispo de Salamanca-, lo quiera o no lo quiera, es catalán, nacido en Barcelona. Pero ahora acabo de oír el necrófilo e insensato grito "¡Viva la muerte!" y yo, que he pasado mi vida componiendo paradojas que excitaban la ira de algunos que no las comprendían he de deciros, como experto en la materia, que esta ridícula paradoja me parece repelente. El general Millán-Astray es un inválido. No es preciso que digamos esto con un tono más bajo. Es un inválido de guerra. También lo fue Cervantes. Pero desgraciadamente en España hay actualmente demasiados mutilados. Y, si Dios no nos ayuda, pronto habrá muchísimos más. Me atormenta el pensar que el general Millán-Astray pudiera dictar las normas de la psicología de la masa. Un mutilado que carezca de la grandeza espiritual de Cervantes, es de esperar que encuentre un terrible alivio viendo cómo se multiplican los mutilados a su alrededor." En ese momento Millán-Astray exclama irritado "¡Muera la inteligencia! ¡Viva la muerte!", aclamado por los falangistas. El escritor falangista José María Pemán, en un intento de calmar los ánimos, exclama: "¡No! ¡Viva la inteligencia! ¡Mueran los malos intelectuales!". Unamuno, sin amedrentarse, continúa: "Éste es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho." Millán-Astray, controlándose, grita: "¡Coja el brazo de la señora!" y Unamuno, haciéndole caso, se coge del brazo de Carmen Polo de Franco y abandona el recinto.
-> A veces, quedarse sin votar equivale a ser cómplice, porque la abstención puede ser interpretada como aquiescencia ante los meneos que sí llegan a la portada.
Y todo esto sólo por estas palabras: "¿Llegará a la portada? Ciertamente lo merece ¿o no?"
Sí, más gente se dará cuenta de la realidad. De que uno descalifica y de que otro argumenta.
Sí, la prepotencia de "que inventen ellos". Que la tierra es redonda, venga ya, todo el mundo sabe que es plana. Sí, muchas cosas son "evidentes" para muchos, incapaces de ponerse en el lugar del otro, de reflexionar sobre lo que le cuentan, sin rechazarlo de plano sin un mero análisis.
Sí, la prepotencia, la arrogancia... ¿pero de quién?
Dejémoslo ya. Seguro que volverás a descalificarme más adelante, quizás no, e intentes argumentar o desmontar mis argumentaciones debidamente.