Quedar hoy con alguien en Madrid es quedar con alguien que está a punto de marcharse de Madrid o que sueña con marcharse de Madrid, como si la condición indispensable para vivir en la capital fuese el compromiso de querer escapar de ella. Siempre se ha fantaseado con dejar la capital porque solía ser sinónimo de hacer borrón y cuenta nueva, pero tengo la sensación que nunca antes tanta gente había compartido ese mismo sueño al cerrar los ojos cada noche. Hoy, todas las madrugadas, millones de madrileños sueñan con dejar de serlo.
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etiquetas: madrid , ciudad , exilio , marcharse , éxodo
No porque vivas en una gran ciudad eres más o menos paleto.
Porque a un camarero de que le vale las ventajas del teletrabajo?
Te va a servir el café por Teams?
El camarero intentará vivir cerca de la cafetería donde trabaja como todos nosotros
Finales de los 90… lo tenía absolutamente todo y en su justa proporción. Y los madrileños nativos o adoptivos tenían una visión adelantada en lo cultural. Además en Madrid, fuera los cayetanos que son como los catetos de pueblo que no quieren gente de fuera en versión capital, nadie era extraño
Las corrientes expansionistas y especuladoras que vinieron después hicieron que para mí Madrid sea como Chernóbil, territorio a bordear.
Las infraestructuras no satisfacen la ingente cantidad de gente. Los polígonos periféricos hacen de diana hacia Madrid. Se fue de las manos….
Prefiero no ver en qué la convirtieron, recordar el Lavapies del 98, y vivir en otros puntos de España.
De hecho somos bastantes que disfrutamos de eso, el problema creo es que a veces dices unas cosas que son pa mexar y no echar gota. Como por ejemplo poner a parir a mucha gente de MNM y a los mileuristas así de gratis.
Ciudades grandes, caras, sucias, masificadas, ruidosas, que pierden su encanto natural para contentar al guiri....
La calidad de vida es una puta.mkerda, la comida es mala, el aire es malo. Más allá de hacer pasta, hay pocas razones para vivir en esos lugares.
No es la mejor ciudad del mundo, pero tampoco lo tildaría de agujero infecto.
Sí que había efervescencia cultural y botellón, pero vamos, que cada uno lo recuerda con el tamiz de su juventud.
Cuando era un chaval había mucho clasismo urbanita. Ahora no tanto, pero hace unos meses le tuve que bajar los humos a uno que empezaba su speech con un "es que vosotros los de campo..."
Con Madrid, más de lo mismo: es un estercolero, una ciudad enormemente contaminada, llena de ruido, de tráfico infinito, de olores nauseabundos, de absoluta falta de intimidad (no confundir intimidad con anonimato) precisamente por su masificación, de zulos y viviendas que cada vez son más caras y cada vez más en la periferia para poder pagarlas sin un sueldo millonario, de los mayores nidos de corrupción del país, de basura y porquería por doquier.
Pero no se vive ahí por gusto, se vive por necesidad, por vivir en la pobreza, por no tener otras opciones, por tener a la familia allí viviendo y no querer perderla, etc. No hay que hacer sangre con quienes no tienen más oportunidades y tienen que vivir en Madrid. Para colmo de males, tienen que sufrir a la política más retarded de todo el panorama nacional (con permiso de le menestre).
Sí, era un sitio abierto que hizo que me sintiera agusto, no te lo niego. Me sirvió para hacerme paso en estudios y trabajo, también. Tengo muchísimos recuerdos cariñosos de buenos años allí, le tengo cariño a la ciudad.
Una vez vino la pandemia, ya con la madurez, me largué. Agujero infecto, masificado, maloliente, repugnante, caro y asqueroso.
Una parte de mis primos de Asturias que tuvieron que emigrar por trabajo (la generación de Villalpando y tal), si pudieran trasladarse lo harían por sus chiquillos, aunque se han acoplado bastante bien donde han aterrizado.
Adoro mi ciudad aunque me dé grima la presi de la CM y el alcalde, esperpénticos los dos pero tampoco me afectan ahora...
Hace unos años me largué aprovechando un ERE y una nueva relación personal a una población de 30.000 habitantes en CLM, fusión de pueblo y ciudad y vivo como dios
No soy ambicioso y gasto como un mechero a pilas, eso sí y tampoco soy ejemplo a seguir ni me van a beatificar pero joder que bien vivo, en Madrid mi situación actual sería impensable, hacer lo que te salga del alma las 24 horas...
Lo de vivir en un sitio o en otro es cuestión de gustos. En Menéame gusta mucho decir que las ciudades son una mierda, gente que solo visita el centro de Madrid en navidad, o los polígonos industriales, se queja de la masificación. Yo estoy bien en Madrid y creo que si viviera en un pueblo grande también viviría bien. No me hace falta rebajar el valor de las opciones de los demás para reafirmarme en las mías.
Por otra parte, el boom de los botellones es muy posterior. Había fiestas en pisos en los 90 pero botellones no, eso viene más ya entrado el euro, que la copa pasa de 500 pelas a 5 euros…. Pero en los 90, perdona, pero el tamiz de tu juventud te está jugando una mala pasada en lo que a tus recuerdos se refiere.
Respecto a la criminalidad sí. Había. No sé ahora pero en los 90 había más seguramente
Para mí tenía un encanto especial. Muy castizo. En los 90 era multicultural total. Los 80 no puedo imaginarlo pero me encantaría darme un paseo rompiendo el tiempo….
Nunca vi los edificios con retretes comunitarios
Un afectuoso saludo
Chalet de 150 m² en terreno de 5000 m² a las afueras (a 5 km todo es ya dehesa) de una ciudad en Extremadura, trabajando 100% desde casa con un sueldo que en Madrid se consideraría alto
Y sí, me volví desde Madrid. Fracaso, dicen...
Chalet de 150 m² en terreno de 5000 m² a las afueras (a 5 km todo es ya dehesa) de una ciudad en Extremadura, trabajando 100% desde casa con un sueldo que en Madrid se consideraría alto
Y sí, me volví desde Madrid. Fracaso, dicen...
Lo de los lavabos comunitarios era bastante común en edificios tipo corrala, éstos se distribuyen en varias plantas en torno a un patio central abierto, y cada planta ofrece una galería con balaustrada mirando al patio que acoge al interior a 6 u 8 “pisitos”. Pues hacia el centro de dicha galería con balaustrada disponíamos de un cuartito retrete (1 m cuadrado) y anexo al mismo por fuera un lavabo; dotación para el disfrute de los 6 u 8 vecinos implicados. Las duchas las despachábamos par de veces por semana en los baños de la plaza Embajadores.
Fuera de esto en el barrio nos conocíamos todos, y en general nos apoyábamos (recuerdo mantener cuenta de fiado en un par de tiendas). La delincuencia, de haberla, se manifestaba de puertas afuera del barrio. Lo peor, y ya en los 80, fue el enganche de muchos a la heroína y el consiguiente goteo de bajas (entre éstas al menos la de un hijo, creo que dos, de los dueños del Esma, el bar de la plaza frente a la boca del metro, que conocerás).
Bueno, un abrazo y cuídate.