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De zulo en la ciudad a casita en la sierra

Hace poco me mudé de casa. Como a muchos les ha pasado, los meses de confinamiento se me hicieron insoportables. Vivía en Madrid ciudad, en un piso normalito, sin terraza ni jardín, por lo que a medida que pasaban las semanas, la necesidad de salir al aire libre se iba haciendo más intensa. 

Esto me hizo darme cuenta de muchas cosas, la primera es que el teletrabajo funciona, y su implantación permanente permitiría frenar el éxodo rural que lleva años azotando España. Y la segunda, es que estaba harta de la ciudad. Aglomeraciones siempre, horas y horas perdidas a la semana en transportes públicos… todo para vivir en un piso diminuto.

Por esta razón, tras la confirmación de mi empresa de que iban a dejar el teletrabajo de manera indefinida, decidí mudarme a la sierra. Tan solo llevo allí unos pocos meses, pero ya puedo decir que ha sido una de las mejores, si no la mejor, decisiones que he tomado en mi vida. Me fui a una zona de la sierra cerca de Segovia, a una casa independiente con su jardincito. Con lo que me ha costado apenas podría adquirir un zulo en el centro. 

La casa estaba un tanto antigua y claramente necesitaba una pequeña reforma para poder entrar a vivir, así que me puse manos a la obra y me lie la manta a la cabeza para sacar adelante una reforma en 2 meses. Tenía que conseguir terminarla antes de que llegase el frío. 

Hacer una reforma es siempre algo tedioso que requiere un gran esfuerzo tanto económico, como físico y mental. No voy a decir que esos dos meses fueron una maravilla, porque no es verdad, pero eran necesarios para conseguir la casita que siempre he deseado. 

Os quiero contar un poco cómo fue mi aventura con la reforma, más que nada para animar a aquellos indecisos que se están planteando dar ese salto y no se atreven a hacerlo porque les da pereza y lo ven como algo muy lioso.

Lo primero a tener en cuenta en una reforma es que siempre al final va a costar algo más de lo que habías pensado, y vas a tardar algo más de tiempo. Esto es algo que puedes aprender o viendo los programas de las reformas de la tele, o por experiencia propia. Lo segundo que debes saber es que es muy importante tener una buena instalación, que a la larga te puede hacer ahorrarte muchos problemas. Y lo tercero, y más importante, es que las habitaciones donde más se va a notar el cambio son el baño y la cocina. Si tienes un baño y una cocina modernos, la casa entera va a dar ya otra imagen. El resto de habitaciones con una pintura blanca y unos muebles modernitos y sencillos te quedan estupendas. 

Para arreglar el baño y la cocina contraté un servicio de reforma, porque hacer algo así se escapa de mis capacidades y de las de mi familia, pero para el resto de habitaciones, me puse mi camiseta más asquerosa, llamé a unos amigos, y nos liamos a pintar de blanco toda la casa, siempre a cambio de unas cervezas después. 

Mi experiencia con el servicio de reforma fue muy buena, sobre todo porque fueron bastante rápidos y no dieron demasiados problemas, algo que me daba mucho miedo. Tuve la suerte de que las tuberías no estaban en mal estado y pudieron saltarse el paso de cambiar la instalación. 

El mayor cambio estético fue sin duda el del baño, como he dicho, es una de las salas que si no está reformada, más avejenta una casa. Decidí cambiar la bañera, bastante cochambrosa, por una ducha de obra, de estas que van a ras de suelo, e inmediatamente el baño pasó de parecer el de una casa embrujada a ser digno la casa de un famoso.

El espacio que se gana es una barbaridad, y la comodidad de limpieza y de uso también se nota. La verdad es que recomiendo muchísimo la instalación de un plato de ducha, porque creo que ya las bañeras están obsoletas y cada vez las casas son más pequeñas. Pocas personas creo que se van a poder permitir ponerse una bañera en sus casas. Para darle más amplitud al baño decidí poner también tanto el mueble del lavabo como el váter suspendidos. Al principio me daba un poco de miedo esto, pero reconozco que a la hora de limpiar es una maravilla.

Sobre la cocina diré que mantuve bastante la distribución que tenía, no la abrí al salón como hacen estos americanos porque me gusta que se mantenga como una sala independiente, pero si le renové los armarios y cambié los electrodomésticos. Lo más destacable, y creo que quedó muy bonito, es que pinté los muebles con la pintura a la tiza verde que se lleva ahora tanto, y la verdad es que con las estanterías de madera queda de un estilo rústico precioso. Estoy encantada.

Con todo esto lo que pretendo es animar a la gente a que si no están a gusto en la ciudad, se marchen. Que no tengan miedo a empezar en otro lugar si no están a gusto. Todo esto de la pandemia nos ha traído cosas horribles, pero también hay que mirarlo por el lado positivo, y es que nos ha traído oportunidades de otro tipo, como es la posibilidad del teletrabajo y de poder irnos un poquito más lejos de la vida frenética de la ciudad. Que hacer una reforma no es tan terrorífico como uno se podría esperar, y que hay empresas que no son tan carísimas con productos excelentes. Que con imaginación y ganas todo se puede, por lo que no debemos conformarnos con menos de lo que queremos.