Cuando no se tiene nada que aportar se recurre a los mantras o a estas chorradas... El día que vea a alguien de ese partido con un libro en la mano escucharé sus sabias palabras.
Cuando no se tiene nada que aportar se recurre a los mantras o a estas chorradas... El día que vea a alguien de ese partido con un libro en la mano escucharé sus sabias palabras.
¿En quién pondrán ahora sus dardos los odiadores oficiales? ¿Dónde descargarán la ira que acumulan por problemas laborales, familiares,...? ¿A quién recurrirán para responder en cualquier debate sobre cualquier tema? ¿Dónde irán sus mantras, "coletas", "casoplón", "Venezuela",... ? ¿A qué o a quién dedicarán ahora los informativos los abundantes minutos en que cargaban contra Pablo? Aunque es muy posible que pasen del "¡Qué malo es el Coletas!" al "Qué malo era el Coletas"!, alargando así su odio a no se sabe qué. Recuerdo aquella escena en que Epi y Blas aparecían en la cama y Epi decía: "¡Qué sed tengo! ¡Qué sed tengo!" Y lo repetía una y otra vez para desesperación de Blas. Cuando este le trae un vaso de agua, Epi comienza a decir: "¡Qué sed tenía! ¡Qué sed tenía!".
Siendo poco sospechosa de aplaudir a la ultraderecha, entiendo que se ha perdido una gran ocasión de dejarles en evidencia. Algo tan simple como una sentada en absoluto silencio hubiera sido más efectivo, no les hubiera dado propaganda y no hubiera vulnerado el derecho de que cada uno dé mítines donde tenga a bien. Lo más efectivo en estos casos es ignorar y que ellos mismos se delaten. Como decía Napoleón: "Cuando el enemigo se equivoca, conviene no distraerlo".
¿Debido al cierre? Esta es "su" lógica. ¿Qué tendrá que ver una cosa con otra? Se puede estar en Madrid y cumplir las medidas. No es imposible. Será que, viendo lo que se viene encima, empiezan a tirar balones fuera. Como siempre. Claro, no van a pedir perdón por su nefasta gestión.