Así debería ser siempre en todas las instituciones. O se acuerdan unos presupuestos alternativos o se aprueban automáticamente los que presenta el gobierno
Con todo el gasto que hay en pensiones y en funcionarios, comprar votos se está volviendo cada vez más complicado y los políticos tienen que apostar por decir cosas que suenen bien para intentar engañar a los incautos.