#1 El negocio de la privatización llena los bolsillos de quienes, sin mucho escrúpulo, ven en la vida una oportunidad para enriquecerse a costa de lo que sea. Partidos, nepotismo, empresas,… que lo público no funciona y lo privado es excelente forma parte del marketing que alimenta nuestra ignorancia. El patrimonio de lo común se escapa de nuestras manos por mor de una clase dirigente sectaria a la que sólo le interesa su posición de poder. No hay lujo para todos, vendamos la salud a quienes se la puedan pagar con esos salarios de supervivencia. Hay que mejorar la cuenta de resultados a costa de lo que sea, que resulta ser siempre lo mismo: los derechos de los más humildes. En fin…
Es importante recordar que hay algo más importante que la propia vida, algo por lo que muchos han ofrecido la suya a lo largo de la historia… la libertad.
#2 EEUU tiene de democratizador lo que la UE de unión. Menos mal que las redes censuran las mentiras para que solo nos lleguen las verdades oficiales. La injusta muerte de inocentes es algo que solo les ocurre a los otros. Pues no serán tan inocentes. Solo nos queda la ignorancia o el cinismo para sobrevivir.
Por la misma regla de tres, si el enfermo de COVID que no ha querido vacunarse ha de pagar los gastos de su tratamiento, el fumador deberá hacer lo mismo con los gastos de su bronquitis crónica o cáncer de pulmón, el obeso a consecuencia de un mal hábito alimenticio con su síndrome metabólico, quien no hace vida activa que asuma los gastos de sus anquilosis y trastornos osteoarticulares, etc., etc.
“El bien común” y “la evidencia científica” se han convertido en los dos grandes paradigmas con los que someter a la clase médica a la dictadura de las grandes corporaciones y a la sociedad en su conjunto a perder libertades frente a la clase política. Hay cientos de testimonios sobre la eficacia de terapias alternativas muy baratas, pero parece que ningún capital va a financiar estudios que no auguren suficientes beneficios económicos.
#3 Además, la ozonoterapia ha sido estudiada en estos pacientes, se aprobó su estudio en un hospital en Baleares, y con ella se han obtenido muy buenos resultados.
La terminología es excesivamente técnica, confusa y se presta a malentendidos. La “evidencia científica” es un tipo de tratamiento estadístico, no un artículo de fe, en mi opinión es mejor el tratamiento vayesiano. El criterio científico, como cualquier otro, no es infalible y, en cualquier caso, priman otros condicionantes propios de las leyes y que administra la justicia. Somos un estado de derecho y no un estado de opinión científica. Supongo.