También dijo que debido a la crisis, le daba de comer las sobras a su perrito en lugar de comprar la comida específica para él y que tan contentos (el perro y la perra de su dueña).
Pero así es cómo se entiende la política, el arte de la demagogia y el cinismo a su mayor grado y decir lo que sea sin importar ningun criterio moral, ni nada. Y en eso, la señora esta es buena, o lo era para su época. Porque en la era de internet y redes sociales, se ve que no dan la taya para meter sus mentiras y se les pilla constantemente. Pero aún así, no sirve de nada, porque la gente que los votan son una tribu urbana con su estética, códigos, valores, etc propios y no atienden a otra razón que reafirmarse y retroalimentarse entre ellos, y a ver quién suelta la burrada más gorda para destacar en el grupo.
Sencillamente egoísmo y maldad por todos lados.
#27 Cuenta, por favor. Me interesan esos casos de personalidades "peculiares".
He leído unos cuantos libros de psicopatía y sin ser yo nadie para catalogar a nadie, ni pretenderlo, lo de esta mujer me recuerda a lo leído: Sujetos que mienten y manipulan a los demás con todo el descaro para conseguir alcanzar sus objetivos y sin pensar en las consecuencias.
#1 De acuerdo contigo, pero además añado los pasos de peatones dentro del carril bici. Donde vivo (Sevilla) el carril bici está sobre la acera, no en la calzada (con sus correspondientes separadores como hay en algún tramo) y jamás de los jamases se paran para que pasen los peatones, es más, muchas veces van a toda hostia y ni cambian su trayectoria. Lo más que se consigue es que esquiven al peatón. Sólo una vez se paró una chica a ceder el paso.
En fin, cuestión de educación y ciudadanía.
Después de este "desahogo" (jeje), decir que les apoyo totalmente, un gran número de conductores son un peligro para los demás y pasan de las normas elementales de circulación, lo que prima es el "yo primero" y los pobres ciclistas se juegan la piel.
Pero así es cómo se entiende la política, el arte de la demagogia y el cinismo a su mayor grado y decir lo que sea sin importar ningun criterio moral, ni nada. Y en eso, la señora esta es buena, o lo era para su época. Porque en la era de internet y redes sociales, se ve que no dan la taya para meter sus mentiras y se les pilla constantemente. Pero aún así, no sirve de nada, porque la gente que los votan son una tribu urbana con su estética, códigos, valores, etc propios y no atienden a otra razón que reafirmarse y retroalimentarse entre ellos, y a ver quién suelta la burrada más gorda para destacar en el grupo.
Sencillamente egoísmo y maldad por todos lados.