Natasha Feroze de The Spectator habla con las periodistas Debbie Hayton y Helen Joyce acerca de la última observación de JK Rowling en twitter. Durante el fin de semana, JK Rowling se vio envuelta en una discusión poco edificante sobre un entrenador de fútbol transgenero. Ha ejemplificado algunas de las divisiones existentes en el movimiento terf: Ha ido [ella] demasiado lejos esta vez ?
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Patatas.
Helado.
Etc.
- 2 pipsas
No se entiende, si pizzas o pipas.
Venga, las dos.
- Hummus
Cafè.
Sacarina.
Rollo papel higiénico.
Cuando se dedicaron a cancelarla por lo que había dicho la vez anterior, me miré lo que había dicho y era algo totalmente razonable.
No tengo tanto interés en el tema como para comprobar en qué situación personal realizó su carrera. No me extrañaría que "la primera mujer trans árbitra de la liga inglesa" haya completado su carrera como hombre, mientras la parienta le cuidaba la casa y los niños. No sería el único ejemplo por el estilo. Son esos detalles de la vida que nos condicionan a varones y mujeres, sin importar nuestros gustos e 'identidades'.
Pero es que último término, aquí no viene a cuento. Mucha queja con los woke, que ojo, es fundada, pero luego resulta que alguien que hace su vida y no se mete con nadie, se la persigue igual y se busca cualquier excusa para justificar esa caza. Al final, la transfobia es muy real, y la estupidez woke es solo una excusa conveniente para racionalizarla.
Oh, qué mala la JKR que ha dicho que es un tío blanco heterosexual.
Los wokes son cansinos, pero los que usan a los wokes para justificar la caza de una persona que ni es activista ni woke ni nada son iguales. Dos caras de la misma moneda. Tal para cual.
Es que yo no defiendo la persecución de nadie. Lo que decimos es que es un hombre, blanco y heterosexual. Así que "colectivo más maltratado" y "triple opresión" los cojones.
Pero es que incluso antes, tampoco sabes las circunstancias personales. Y eso por no contar el tema de la disforia de género, y aquí digo "no sabes" porque que transicione no implica que antes tuviera una disforia significativa. Pero puede ser que la tuviera (no lo sé, y tu tampoco), y es algo que a una persona le jode la vida.
Es la propia sanidad inglesa, extremadamente conservadora, la que suele exigir la transición social antes de permitir el acceso hormonas. Es peculiar como las propias posiciones conservadoras que exigen la transición social previa a hormonas, luego son las que van sacando fotos de ese periodo mientras dan grititos de indignación.
Otra pánfila como Lucía Echevarría, sólo viven del escándalo para que las hagan caso.