Los padres de Jessica Redfield, de 24 años, asesinada en la masacre del cine de Aurora (Colorado) contaron a MSNBC que se enfrentan a la bancarrota porque deben 203.000 dólares a tres negocios online que vendieron al asesino la munición y el chaleco antibalas que utilizó. Los padres les demandaron no pidiendo dinero, sino que cambiaran sus "prácticas de negocio negligentes y peligrosas." Pero al perder el juicio según las leyes de Colorado, que eximen a fabricantes y vendedores, les deben ahora $203.000 en costas judiciales.
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