En un contexto espacial, el término "nube" puede significar algo bastante distinto de un conjunto de agua blanco y algodonoso en el cielo o un modo de procesar datos o procesar información. Las nubes gigantes moleculares son bastos objetos cósmicos, compuestos principalmente de moléculas de hidrógeno y átomos de helio, donde nacen nuevas estrellas y planetas. Estas nubes pueden contener más masa que un millón de soles, y propagarse por cientos de años luz.