Envuelto en una atmósfera densa, Titán, la luna más grande de Saturno, es realmente difícil de ver. Pequeñas partículas suspendidas en la atmósfera superior provocan una neblina casi impenetrable, que dispersa fuertemente la luz en longitudes de onda visibles y oculta las características de la superficie de Titán de las miradas indiscretas. Pero la superficie de Titán se refleja mejor en longitudes de onda infrarrojas donde la dispersión es más débil y se reduce la absorción atmosférica. Dispuestas alrededor de esta imagen de luz visible (centro) de Titán se encuentran algunas de las vistas…