La ausencia del frío que sería de esperar en el inicio del invierno no ha impedido la difusión del virus respiratorio sincitial, que afecta a los niños menores de 10 años y, de forma especialmente preocupante, a los bebés de pocas semanas. Excepcionalmente, este año el virus sincitial se ha extendido además entre ancianos que, es de suponer, han sido contagiados por niños con los que conviven.