No es un juego de números romanos. Ojalá lo fuese. Porque el siglo XXI cada vez se asemeja más al siglo XIX. Capitalismo manchesteriano, lucha de mercados, guerra de divisas, el gran juego de las grandes potencias, reparto de las riquezas del continente africano, guerras locales, imperialismo, neoliberalismo y socialoportunismo en declive.