El efecto McGurk altera la percepción de lo que oímos en función de lo que vemos o "leemos" en los labios de otra persona. En el vídeo, el audio es siempre el mismo ("bah, bah, bah"), pero cuando el hombre pronuncia "fah, fah, fah", pese a que el sonido es el mismo, nos parece escuchar "fah, fah, fah"