Tras años de luchas contra los arroceros que invadieron parte de la reserva indígena Raposa do Sol, en el Estado brasileño de Roraima, de 1,7 millones de hectáreas, donde viven 20.000 indios, éstos han ganado este jueves la batalla final. El Supremo Tribunal Federal dio su voto definitivo a favor de los indígenas. Ahora todos los no indios que desde hace años estaban incrustados en la reserva tendrán que abandonarla. El tribunal ha decidido también que la retirada sea inmediata.

La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) ha incoado expediente sancionador contra ocho empresas de la industria arrocera, entre las que figuran SOS Corporación Alimentaria y Herba (filial del grupo Ebro Puleva), por un posible acuerdo de fijación del precio de compra del arroz redondo, anunció hoy el organismo que preside Luis Berenguer. La organización agraria manifiesta en su denuncia "sospechas de pacto no escrito" de la industria arrocera para comprar a los productores de arroz de grano redondo a 0,27 euros por kilogramo.

Este es punto rojo para nosotros los migrantes, dicen unos. Este es el lugar más perro para pasar, dicen otros. Pero la mayoría, sin saber que con el nombre de unas pocas hectáreas resumen 262 kilómetros de camino, lo llaman simplemente La Arrocera. Apodan a toda esa espesura con el nombre de un pequeño asentamiento, de unos 28 ranchos, que toma su nombre de la abandonada bodega de arroz que aún se destartala junto a la carretera.

África es importador neto de arroz, pues consume más de lo que produce. El año pasado gastó 5.000 millones de dólares en importar 12 millones de toneladas de este alimento y produjo otros 12 millones de toneladas. Anastasia Ngwakun es una arrocera africana de la zona central de Camerún que lleva 20 años cultivando a la vieja usanza con herramientas manuales, pero ella sabe que si fuera hombre podría acceder a tecnologías modernas que le ahorrarían esfuerzos físicos.

Unidas Por Extremadura (UPE) ha advertido de que el tratado de libre comercio con Vietnam, que este miércoles ha refrendado el Parlamento Europeo, llevará a la "ruina" al sector arrocero extremeño porque "no podrá competir" con los márgenes comerciales que impondrá el país asiático.

Dani Forcadell se descalza, se remanga los pantalones y entra en el arrozal. Los pies se le hunden en un fango suave, verdoso, nutritivo, de olor dulzón muy penetrante. El agua tibia le cubre los tobillos. Con los pies en el barro y la cabeza en el cielo mediterráneo, abarca toda la vertical del delta del Ebro. Forcadell mide 1,75 metros: entre los pies y la cabeza le cabe el mundo, un mundo, su mundo. Es un mundo a punto de desaparecer.

El norte de Italia depende de esa fuente fluvial que recorre el país de oeste a este a lo largo de 650 kilómetros. La escasez de agua es una amenaza para los agricultores de la zona, la mayoría de la cosecha de arroz que representa el 50% del consumo en Italia se ha echado a perder, preparando una crisis alimentaria y financiera que se empezará a notar

La quietud inusual para el mes de mayo que envuelve el municipio de Isla Mayor, dentro y fuera de la sede de la Federación de Arroceros de Sevilla, es síntoma del “desastre” que acecha esta campaña a las marismas del Guadalquivir. “Ahora mismo es imposible sembrar nada”, admite Eduardo Vera, director gerente de la institución que representa y defiende los intereses de los agricultores arroceros en la provincia sevillana, mientras recorre unas instalaciones desérticas.