Cuando escribo estas líneas, cree haberse descubierto el origen de la mortífera bacteria Escherichia coli (E. coli) enterohemorrágica (EHEC), cepa 104:H4. Parece ahora claro que antes de señalar finalmente como culpables, tras varias semanas de estudio, a los brotes de semillas germinadas alemanas, los científicos albergaron numerosas sospechas acerca del origen de la bacteria, aunque nunca la certeza.