Bugorski[...] estaba revisando un pedazo del equipo acelerador que había fallado – al igual que, aparentemente, varios mecanismos de seguridad. Inclinándose sobre el equipo, Bugorski metió la cabeza en el espacio por donde el rayo pasa entre una parte del tubo acelerador al siguiente, y vió un resplandor más brillante que mil soles. No sintió dolor.[...]Con el lado izquierdo de su cara hinchado e irreconocible, Bugorski fue llevado a una clínica en Moscú, para que los doctores pudiesen observar su esperada muerte en las siguientes 2 a 3 semanas