Otra vez el maldito cemento, el que hizo estragos en la España de especuladores, saqueadores y corruptos. En las arenas egipcias, 4.500 años después de su construcción, las pirámides de Dashur corren el mismo peligro. Los ladrillos de un cementerio ilegal han invadido el lugar donde el faraón Esnofru, padre de Keops, levantó las primeras pirámides auténticas. La fiebre de los nichos ha engullido las garitas de los guardianes y ha multiplicado las incursiones nocturnas de los cazatesoros.