edición general
  1. @nananicotina Lógicamente cuando expongo todo esto hay cosas que se os escapan porque no he hablado de multitud de detalles que me hacen dudar. Por ejemplo, hace unos días en la playa viene un armario a recoger una pelota que había llegado misteriosamente a nosotros desde unos 50 metros, el armario y ella se ponen a hablar, yo obviamente me siento molesto, porque veo que el tío lleva un tono de ligoteo evidente, entonces me quedo mirándolo con mala hostia y consigo que se vaya. Y mientras se va me dice ella: ¿Qué mono, no? Ojo, es textual: "¿Qué mono, no?". Le digo "y a mí qué me cuentas?", y luego un silencio asqueroso y violento que duró como media hora. El resto del día yo estaba como de mala hostia y ella estoy seguro de que sabía la razón, aunque no hablamos de ello.

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