-Oye, Juan, ¿qué tal ha ido la cosa?
-Pues ha estado bien, Pedro. 37 al cielo y 32434 al infierno. Bueno, hubo uno que no sabía qué hacer con él y le mandé al cielo.
-¿Y por qué no sabías qué hacer con él?
-Pues mira, es que cogió la biblia y se puso a leerla aquí con muchísima devoción. De repente empezó a marcar pasajes con los billetes... y bueno, como cogió la Bilbia, pues lo mandé al cielo.
-Joder, Juan, ¡ya se nos ha colado uno del Opus!
-Oye, Juan, ¿qué tal ha ido la cosa?
-Pues ha estado bien, Pedro. 37 al cielo y 32434 al infierno. Bueno, hubo uno que no sabía qué hacer con él y le mandé al cielo.
-¿Y por qué no sabías qué hacer con él?
-Pues mira, es que cogió la biblia y se puso a leerla aquí con muchísima devoción. De repente empezó a marcar pasajes con los billetes... y bueno, como cogió la Bilbia, pues lo mandé al cielo.
-Joder, Juan, ¡ya se nos ha colado uno del Opus!