Si algo queda claro con lo de Turquía, en un golpe de estado con el presidente escondido y pidiendo a la gente tomar las calles mediante una emisora local con Skype, es que a veces la gente en la calle puede parar un golpe militar.
De no haber salido a la calle, Erdogan no estaría en Turquía.
De no haber salido a la calle, Erdogan no estaría en Turquía.