- Ríndete, no puedes detener la entropía. Salvo que traigas falsos pretendientes a casa que digan que la habitación está hecha una cochiquera.
- "¿Qué hay para comer? - Lentejas el lunes, el martes, el miércoles, el jueves y el viernes. Doble ración el fin de semana". Le doy dos días como máximo antes de que baje al súper.
- Recógela pero no la guardes en su sitio. Cuando pregunte por la ropa di que la has donado a los niños necesitados del tercer mundo.
- Ponga una Roomba en su vida.
@profesor_falken lo de las lentejas me recuerda a un episodio traumático de la vida de mi primo.
Había lentejas para comer. Le dijo a mi tía que no le gustaban y que no quería comérselas. Pues a la nevera, para cenar.
En la cena, le sacaron las lentejas de la nevera (en aquella época no había microondas). Que no le gustaban y no iba a comérselas. A la nevera.
Al día siguiente, para desayunar, lentejas fresquitas. Y buen que se las comió con el hambre que tenía.
Desde entonces jamás le he escuchado decir esta comida no me gusta.
- Ríndete, no puedes detener la entropía. Salvo que traigas falsos pretendientes a casa que digan que la habitación está hecha una cochiquera.
- "¿Qué hay para comer? - Lentejas el lunes, el martes, el miércoles, el jueves y el viernes. Doble ración el fin de semana". Le doy dos días como máximo antes de que baje al súper.
- Recógela pero no la guardes en su sitio. Cuando pregunte por la ropa di que la has donado a los niños necesitados del tercer mundo.
- Ponga una Roomba en su vida.
Admítolo, no valgo para hacer de padre