Los vikingos usaban la cebolla para valorar la profundidad de las heridas abdominales. Les daban sopa de cebolla a sus guerreros, y después les olían la barriga. Si el olor a cebolla se notaba a través del tajo era que la pared del estómago había sido cortada, indicando que la muerte era inminente y que no había tratamiento posible. Ello permitía ahorrar las hierbas medicinales, que se usaban sólo cuando eran necesarias.
Los vikingos usaban la cebolla para valorar la profundidad de las heridas abdominales. Les daban sopa de cebolla a sus guerreros, y después les olían la barriga. Si el olor a cebolla se notaba a través del tajo era que la pared del estómago había sido cortada, indicando que la muerte era inminente y que no había tratamiento posible. Ello permitía ahorrar las hierbas medicinales, que se usaban sólo cuando eran necesarias.
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www.isaaa.org/kc/cropbiotechupdate/features/vikings.htm