"Después de mantener la peor conversación de sexo posible le dejé que me acompañara a casa y a pie de portal me sorprendió:
- Me muero de ganas por conocer el sabor de tus labios.
Creí que me moría de risa, pero consentí.
Se arrodilló bajo mi vestido y posó sus labios sobre mis esos otros labios.
Se me cortó la risa de cuajo. Hablaron y hablaron…"
---------- Belinda. Ingeniero de Telecomunicaciones, de 39 años, El Hierro.
Colaboración publicada en El País Semanal, edición impresa, el 7 de agosto de 2011, página 73, en la sección veraniega de Sexo.
"Después de mantener la peor conversación de sexo posible le dejé que me acompañara a casa y a pie de portal me sorprendió:
- Me muero de ganas por conocer el sabor de tus labios.
Creí que me moría de risa, pero consentí.
Se arrodilló bajo mi vestido y posó sus labios sobre mis esos otros labios.
Se me cortó la risa de cuajo. Hablaron y hablaron…"
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Belinda. Ingeniero de Telecomunicaciones, de 39 años, El Hierro.
Colaboración publicada en El País Semanal, edición impresa, el 7 de agosto de 2011, página 73, en la sección veraniega de Sexo.
Imagen: Beso. Toulouse Loutrec. 1892.