edición general
  1. Para compensar el coñazo de tener que defender ideas repugnantes e ir a misa, la derecha italiana se lo monta con jovencitas. La derecha española sin embargo tiene que defender ideas repugnantes, y además son fieles a sus horribles esposas. No puedo imaginarme una mezcla peor, más que un partido parece una asociación de sadomasoquistas (el hecho de que haya homosexuales afiliados a ese partido apoya mi tesis)

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