Hemos atendido a una paciente que se negaba a que le hiciéramos la exploración ginecológica.
Tras un buen rato intentando que comprendiera que era necesario reconocerla confesó que siendo jovencita había sido víctima de abusos sexuales y que, a sus cuarenta años, todavía no lo había podido superar. Hemos hecho un parón en la consulta, ya no importaba el retraso que se iba a generar, daba igual.
Nos hemos sentado junto a ella, no detrás de la mesa, y le hemos dicho que lo intentara, que esto podría ser un paso al frente importante en su vida y para su salud, que le íbamos a decir, en todo momento, lo que se iba a hacer y que, por supuesto, se pararía en cuanto ella quisiera. Accedió, se colocó en el potro, con miedo y lágrimas en los ojos me pidió que le diera la mano y conseguimos hacerle un tacto. Poner el espéculo y hacer la ecografía transvaginal fue imposible.
Hemos tenido delante de nosotras a una mujer destrozada ( y valiente porque no le queda más remedio que serlo) por culpa de un hijo de la gran puta que a saber por donde para.
Solo ella pagará las consecuencias mientras viva. Se marchó tranquila y agradecida. Nos dejó con el corazón encogido y llenas de rabia.
@Nosepadondetirar Si simplemente lo del potro ya me resulta acongojante, tener que hacerlo en esa situación aún más.
Me ha recordado la escena de 'Mad Men' en su primer episodio y el reconocimiento a la nueva secretaria.
Y el libro 'El tercer gemelo' y el asalto en el campus más el posterior acompañamiento al hospital.
@Nosepadondetirar Cada vez que oigo una historia así pienso que qué vidas más duras existen, con cargas sobrehumanas de mierda, y qué suerte que se hayan encontrado con grandes profesionales que han sabido detectarlas y tratar a la víctima con mimo y empatía.
Ahí ha brotado una semilla que puede crecer y darle paz.
@thorin
No, si al final voy a terminar llorando como una Magdalena por culpa de todo lo que vosotros me ayudáis en mis momentos más vulnerables.
Ojalá sea cierto que hemos conseguido ayudar a esa mujer a superar un poquito más la carga de mierda que un mierda le echó encima ese día.
Sí, hay vidas muy jodidas, hay vidas muy injustas, hay cargas sobrehumanas y nunca terminamos de saber lo que somos capaces de aguantar y sufrir, es cierto. También es cierto que hay muy buena gente por el mundo y a eso nos tendremos que aferrar para no sucumbir al desaliento.
@tnt80
Terrible, pero en cierto modo extraño satisfactoria, por la idea de que eso estaba ahí y antes de contarlo hacía más daño, de que has sido parte del canal de evacuación... He visto reflotar a alguna de esas niñas.
Tras un buen rato intentando que comprendiera que era necesario reconocerla confesó que siendo jovencita había sido víctima de abusos sexuales y que, a sus cuarenta años, todavía no lo había podido superar. Hemos hecho un parón en la consulta, ya no importaba el retraso que se iba a generar, daba igual.
Nos hemos sentado junto a ella, no detrás de la mesa, y le hemos dicho que lo intentara, que esto podría ser un paso al frente importante en su vida y para su salud, que le íbamos a decir, en todo momento, lo que se iba a hacer y que, por supuesto, se pararía en cuanto ella quisiera. Accedió, se colocó en el potro, con miedo y lágrimas en los ojos me pidió que le diera la mano y conseguimos hacerle un tacto. Poner el espéculo y hacer la ecografía transvaginal fue imposible.
Hemos tenido delante de nosotras a una mujer destrozada ( y valiente porque no le queda más remedio que serlo) por culpa de un hijo de la gran puta que a saber por donde para.
Solo ella pagará las consecuencias mientras viva. Se marchó tranquila y agradecida. Nos dejó con el corazón encogido y llenas de rabia.