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  1. @Cmenta Te lo digo porque a mí me lo dijeron hace unos años, y me sirvió para darme cuenta de muchas cosas, por si a ti te pasa lo mismo en cuanto a lo de dudar de que te mereces estar donde estás y el reconocimiento que recibes.

    Yo no era consciente de ello, pero empezaba todas mis conferencias e intervenciones públicas disculpándome, siempre encontraba algo por lo que pedir perdón (no dominar lo suficiente el tema o el idioma, tratar una cuestión polémica, un enfoque arriesgado, lo que fuera).

    Hasta que en un congreso una colega me dijo: "Has empezado tu conferencia disculpándote. Yo lo hacía también hasta que tuve un profesor en la carrera que en su primera clase nos dijo en broma que como escuchase a una alumna más empezar a hablar disculpándose estaba suspendida, que las mujeres teníamos que darnos cuenta de que teníamos todo el derecho del mundo a hablar y que nos merecíamos estar donde estábamos".

    No he vuelto a disculparme antes de una conferencia. Y ahora soy más consciente de que, aunque esa inseguridad no es exclusiva de las mujeres, los sesgos de la educación que recibimos hacen que en nosotras sea más frecuente en temas laborales, públicos y profesionales...

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