@elchacas La depresión es bastante común entre los maestros y profesores, también los trastornos de ansiedad. En mi instituto había un par de casos claros que nunca pidieron la baja (y lo deberían haber hecho).
@elchacas@maria1988
Mejor no ser profesor que ser profesor amargado. Para ti y para tus potenciales alumnos y compañeros. Los quemados y no vocacionales enrarecen el ambiente. Aunque hay que analizar por qué se quema tanta gente...
@fantomax Porque hay alumnos y alumnos. Si tienes un grupo que viene educadito de casa responsable y comprometido ningún problema pero como tengas un grupo conflictivo ya puedes tener mucha mano izquierda @elchacas@maria1988
@maria1988@elchacas
Dar clase requiere una predisposición emocional a estar disponible pero no expuesto que no es sencilla de encontrar. Si pasas de todo no eres buen profesor, si te afecta todo acabas como unas maracas, ese punto de equilibrio (personal e intrasferible) es delicado de mantener. Y lo mismo entre ser duro y estricto y tener flexibilidad, y entre seguir el hilo de las locuras que nos apetecen y dar el temario...
Es un trabajo con mucho desgaste psicológico. Por otro lado también es un trabajo donde llegas a recibir muchísimo cariño por parte de los alumnos.
@fantomax@elchacas Completamente de acuerdo. Mi padre es profesor y yo admiro muchísimo su trabajo; y, por las experiencias que he tenido, tengo bastante claro que no es lo mío. Es algo para lo que hay que tener vocación además de capacidad. Me parece complicadísimo conseguir ese equilibrio que describes, y lo más importante es que los alumnos se dan cuenta de si careces de él desde el momento en que entras en el aula.