Hoy, en cosas que sólo me pueden pasar a mí... Salgo del curso antes del final porque el último tren de vuelta a casa sale a las 6 y media. Llego bien a la estación, voy al andén, y cuando se abre la puerta ante mí y quiero subir, me da un bajonazo de tensión y no me desplomo porque me agarra un chico de seguridad.
Dejo de oir, ver y me tiemblan las piernas y el cuerpo entero. Me paro, respiro hondo, y cuando empiezo a centrar el foco lo primero que oigo es al interventor:
- En esas condiciones no puedo permitir el embarque.
Y se cierra la puerta ante mis narices. Y me quedo en el andén diciendo que no, que es el último del día, por dios, mientras tres de personal se afanan en sentarme en una silla, coger mis cosas y decirme que no me preocupe que ya lo arreglaremos.
La atención de 10. Eso sí. Me han ofrecido llamar a la ambulancia, agua, refresco, me han llevado en silla de ruedas, me han buscado el billete más inmediato a León, me han acompañado hasta el mismísimo asiento, me han ofrecido mandar a alguien a la llegada por si acaso. Pero el costillo se va a comer una hora y pico de coche para recogerme. Y yo estoy aquí temblando mojada como un pollo, con cara de estupor.
@Alecto
Un abrazo virtual no creo que haga mucho. Deseo que te recuperes bien y pronto. Desde este lado de la pantalla y teclado te deseo lo mejorcito.
Dejo de oir, ver y me tiemblan las piernas y el cuerpo entero. Me paro, respiro hondo, y cuando empiezo a centrar el foco lo primero que oigo es al interventor:
- En esas condiciones no puedo permitir el embarque.
Y se cierra la puerta ante mis narices. Y me quedo en el andén diciendo que no, que es el último del día, por dios, mientras tres de personal se afanan en sentarme en una silla, coger mis cosas y decirme que no me preocupe que ya lo arreglaremos.
La atención de 10. Eso sí. Me han ofrecido llamar a la ambulancia, agua, refresco, me han llevado en silla de ruedas, me han buscado el billete más inmediato a León, me han acompañado hasta el mismísimo asiento, me han ofrecido mandar a alguien a la llegada por si acaso. Pero el costillo se va a comer una hora y pico de coche para recogerme. Y yo estoy aquí temblando mojada como un pollo, con cara de estupor.