Por alusiones: mi hijo hizo prácticas de PQPI en esa empresa mucho antes que llegara el Pérez. Las prácticas fueron muy bien, y por eso llamó a esa puerta cuando quiso trabajar a los 19.
Recibió rechazos de un grupo. En algunos casos era porque Arnau no es licenciado, y en otros fue vulgar mobbing, pero el director creyó en él y Arnau es resiliente.
El segundo verano sustituía su jefe de proyecto cuando estaba de vacaciones; su trabajo fue tan bueno en el último proyecto que el cliente (Berlín) le hizo una oferta enorme (triplicando el sueldo actual). Eso fue un dilema ético: no quería ser desleal. Se trasladaría si 1) la empresa pagaba una compensación: 2) seguían trabajando juntos y Arnau tenía sustituto en Mallorca. Está hecho. Este mes vuela a Berlín. Marzo cumple 23 años.
Mucho antes, cuando tenía 10 años, Arnau participaba a diario como beta tester de un juego. Recuerdo que se frustraba cuando caía el servidor y no podía localizar el programador, porque había salido de viaje con su madre a un cumpleaños. Ese programador, con el que chateaba cada día, era Notch y el juego Minecraft.
@benjami@Mariposa200@ailian
Siempre he pensado que una titulación es un resumen rápido para quién evalúa al titulado. Si tiene el título es que ha aprobado (y "debe entender" ) los conocimientos a, b y c.
Luego están aquellos que no tienen una formación reglada, pero que han demostrado su solvencia a través de su experiencia. Demostrar esa experiencia es más difícil, por no ser lo habitual.
Curiosamente veo esto tanto en IT como en Bellas Artes.
@eldarel@Mariposa200@ailian así es. En 2017 el 18% de las posiciones de ingeniero en Google estaban ocupadas por personas no licenciadas. Mi consejo para Arnau fue que simplemente programara como le había visto aprender en casa, juntos.
Por alusiones: mi hijo hizo prácticas de PQPI en esa empresa mucho antes que llegara el Pérez. Las prácticas fueron muy bien, y por eso llamó a esa puerta cuando quiso trabajar a los 19.
Recibió rechazos de un grupo. En algunos casos era porque Arnau no es licenciado, y en otros fue vulgar mobbing, pero el director creyó en él y Arnau es resiliente.
El segundo verano sustituía su jefe de proyecto cuando estaba de vacaciones; su trabajo fue tan bueno en el último proyecto que el cliente (Berlín) le hizo una oferta enorme (triplicando el sueldo actual). Eso fue un dilema ético: no quería ser desleal. Se trasladaría si 1) la empresa pagaba una compensación: 2) seguían trabajando juntos y Arnau tenía sustituto en Mallorca. Está hecho. Este mes vuela a Berlín. Marzo cumple 23 años.
Mucho antes, cuando tenía 10 años, Arnau participaba a diario como beta tester de un juego. Recuerdo que se frustraba cuando caía el servidor y no podía localizar el programador, porque había salido de viaje con su madre a un cumpleaños. Ese programador, con el que chateaba cada día, era Notch y el juego Minecraft.
El tiempo lo pone todo en su lugar.