edición general
  1. Después de mas de un año sin regresar a España, volver se estaba convirtiendo en una necesidad imperiosa. Lejos de casa y en pandemia, uno se siente aislado. Y yo necesitaba renovar mis votos para poder seguir estando lejos de los míos. Así que, en un acto de fe, compré los pasajes para venir a mis tierras sin importar las dificultades de viajar internacionalmente en pandemia.

    Días antes de mi partida leí la nota de @Tumbadito, y tengo que confesar que me toco mucho y muy hondo. Fue el disparador de un torrente de emociones, y pude sentir y empatizar totalmente con él. Ver lo mayores que se están haciendo mis padres me afecta bastante, y no quiero ni pensar cuánto tiempo "real" me queda de disfrutar su compañía en el caso de que siga estando a 8.500km de distancia de ellos.

    Con estos pensamientos llego a España. Piso territorio nacional deseando ver en carne y hueso a mi padre, que me ha venido a buscar. Menos de 30 minutos después de nuestro encuentro, él se cae y se fractura el cuello del húmero. No creo en causalidades trascendentales pero, en situaciones como ésta, me cuesta mucho enmarcar mis reflexiones solo en el campo racional de la realidad.
  1. @zeodryen Espero que tu padre esté bien y el destino jugó una mala pasada pero al mismo tiempo te da la posibilidad de atenderlo y mimarlo. Es cruel, pero cierto.

    Yo no sé si me plantearía el volver o no a España por mis seres queridos, de hecho no me lo planteo con la Argentina, pero son decisiones personales. Uno tiene que estar bien, aprovechar oportunidades... Y hacer lo que el corazón mande.

menéame