@Zoidborg En una ocasión fui a visitar a un amigo que se había pegado una hostia en moto al hospital. Me puse a decirle que igual le cortaban los pies porque olían a queso y a vueltas con esa broma.
Me hace gesto a que me acerque para hablarme al oído y me cuenta que su compañero de habitación, que estaba ahí detrás de la cortina, había perdido ambas piernas.
Ese día entendí el deseo de "tierra, trágame". Creo que nunca he pasado tanta vergüenza en mi vida.
PS: Nunca supe si era cierto, por supuesto no me asomé a comprobarlo y mi amigo, que era un cabronazo, bien podría habérselo inventado pero eso lo pensé muuucho después y es el único consuelo que me queda.