@thorin Todo partido que lleve mucho tiempo en el gobierno es susceptible de tener una mayor corrupción, algunos más que otros. Pero creo que es la prueba empírica de que un partido de derechas, con claras influencias de la democracia cristiana y tradicionalista puede ser una opción viable y sensata de gobierno que puede arrancar, y lo hace, compromisos al Gobierno central para beneficio de su comunidad.
Si su estrategia es quedar bien, o intentarlo, con todo el mundo y a cambio arrancar compromisos, pues ni tan mal. Mucho mejor que un lenguaje más agresivo, bronca en las calles o una tensión permanente.
@karakol Susceptible, al punto de seguir atrasando durante décadas la creación de la fiscalía anticorrupción en Euskadi.
Y su sensatez consiste en que si no dan sus votos a Sánchez, muchos ayuntamientos del PNV cambiarían a Bildu porque dependen de los concejales del PSOE. El pacto PNV-PSE del 2015 es de doble filo.
El PNV en Euskadi sigue siendo un partido rancio, clientelista y con una sospechosa pereza a la hora de tomar medidas contra la corrupción.