edición general
  1. Hoy en un bar de Córdoba he presenciado la profesionalidad y buen hacer de un camarero que era de 10. Atento, al servicio del cliente, con recomendaciones y contentedly el origen de los proyectos, agradecido y a todo gracias y que disfrute usted.

    Al lado mía una pareja, de unos 60 años, primero llegó el hombre, pide un vino fino y comenta que le parece fuerte. Al momento llega la mujer, quiere un vino y el hombre le dice al camarero que uno más suave que el que ha probado, que ese es muy fuerte para ella. Y ella le contesta al marido que quiere probarlo, que ella también tiene opinión. Me dio pena la mujer, pero estará a gusto con esa criatura.

    Al trabajador se le pide siempre que sea un profesional y buen hacer pero al cliente, ¿qué se le espera? No ya pedirle, sino esperar.

    La sensación que me dió el hombre de la pareja era de prepotencia y de tener la razón en todo. Por gente como él huyo de trabajos donde tenga que tratar con el público.

menéame