En los callejones sombríos de Ibiza, un ibicenco pelirrojo sembraba el terror con su habilidad para robar almas. Pero detrás de sus acciones siniestras, era su perra, Gala, quien orquestaba su macabra danza.
Una noche, mientras acechaban en la oscuridad, Gala avistó a un joven forastero, Felipe, cuya alma irradiaba pureza. Con un gesto de su pata, instó al ibicenco a actuar. Él, poseído por el deseo de su ama, se abalanzó sobre Felipe, arrancando su alma con gula.
Pero Felipe, en un acto desesperado, logró atrapar la mirada de Gala. Con lágrimas en los ojos, suplicó por su misericordia. Sin embargo, Gala, inmune al clamor humano, solo observó con indiferencia mientras el alma de Felipe era consumida por la oscuridad.
La noche concluyó con la desaparición de Felipe, dejando solo un rastro de desolación a su paso. El ibicenco y Gala continuaron su cacería, sin remordimientos ni redención, alimentando su sed insaciable de almas en un ciclo interminable de sombras y desesperación.
Me los terminaba todos con final feliz y le he dicho que no, y ahora tengo miedo
En los callejones sombríos de Ibiza, un ibicenco pelirrojo sembraba el terror con su habilidad para robar almas. Pero detrás de sus acciones siniestras, era su perra, Gala, quien orquestaba su macabra danza.
Una noche, mientras acechaban en la oscuridad, Gala avistó a un joven forastero, Felipe, cuya alma irradiaba pureza. Con un gesto de su pata, instó al ibicenco a actuar. Él, poseído por el deseo de su ama, se abalanzó sobre Felipe, arrancando su alma con gula.
Pero Felipe, en un acto desesperado, logró atrapar la mirada de Gala. Con lágrimas en los ojos, suplicó por su misericordia. Sin embargo, Gala, inmune al clamor humano, solo observó con indiferencia mientras el alma de Felipe era consumida por la oscuridad.
La noche concluyó con la desaparición de Felipe, dejando solo un rastro de desolación a su paso. El ibicenco y Gala continuaron su cacería, sin remordimientos ni redención, alimentando su sed insaciable de almas en un ciclo interminable de sombras y desesperación.
Me los terminaba todos con final feliz y le he dicho que no, y ahora tengo miedo