edición general
  1. Nunca me ha sorprendido la ignorancia, arrogancia, estupidez y jeta de cemento armado del facherío y sus acólitos. Son condiciones que "se les suponen", como el valor a su amado ejército.

    Tampoco es que me sorprenda que, entre algunos autodenominados "progresistas" o "de izquierdas", haya personajes que sean auténtica escoria, completamente equiparable a los más genuinos representantes del facherío, superándolos incluso en algún caso por su estilo dictatorial.

    Ambos colectivos sólo me hacen recordar (aunque no sea necesario) que no puedo votar a los mismos partidos que los primeros, pero tampoco que los segundos.

    Tanto unos como otros, (ambos pululando por meneame, como no podría ser de otra forma), representan un verdadero peligro. No son antagonistas, son la misma mierda.

    Venga, ya pueden seguir con sus cosas.

menéame