Ayer quedé a las 18:30 con unos amigos para tomar una cerveza. Una llevó a la otra. La otra llevó a la siguiente. Luego terminamos bebiendo whisky en un concierto de unos tíos que tocaban con un banjo y cosas raras, estuve hablando en inglés con un escocés que estaba mamadísimo (él, yo no) y hablaba peor inglés que yo, y cuando llegué a casa a las 2:00 después de 45 minutos andando, me hice unos huevos fritos con jamón para cenar. Y no, hoy no vengo a quejarme de resaca porque no tengo