edición general
  1. Hoy he vuelto a ver la televisión, por primera vez desde el apagón analógico.
    Primero había un señor al que una mujer le hacía preguntas. El señor contestaba: "Sí", y una voz anónima decía: "Ha dicho la verdad", a lo que el público empezaba a aplaudir.
    Tras un rato he notado que no podía apartar la atención de tan estremecedor espectáculo; empezaba a perder mi voluntad; a convertirme en esclavo de las preguntas sin sentido y de las previsibles respuestas. He apagado el demoníaco aparato con la respiración entrecortada.
    Poco después, flaqueo y lo vuelvo a encender. Veo, gracias a lo último en tecnología, que en cierta cadena van a echar una serie de dibujos que yo solía ver. Tras diez minutos lo vuelvo a apagar sin ver dicha serie, pero con unas ganas tremendas de comprarme un coche...

    menéame