edición general
  1. @Professor_Hitlerballs Gracias, agente del Estado, por su historia. He podido lagrimear treinta y siete veces, cuando mi cartilla de racionamiento del Estado me dicta que puedo llorar cuarenta veces al mes (casi nunca lleno el cupo). Por cierto, para los profanos, en mi cartilla hay una lista escrupulosa de las necesidades físicas que puedes hacer hacer, aún cuando la vigilancia que se nos aplica sea laxa y vulnerable al nepotismo: en mi barrio hay gente que posiblemente haya orinado o escupido de más, sin preocuparse por contar sus veces.

    Salud y por un Estado burocrático cada vez más eficiente.

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