#14 no me parece popular, lo que me parece es inevitable. De verdad que no veo salida. Soy de los muy preocupados por este asunto y ojalá me equivoque. Nos va a dejar. Toda una generación muy jovenes para que nos salve la jubilación y muy mayores para saber adaptarse... va a ser jodido.
#7 pues te equivocas. Muchas chicas jóvenes, y no tan jóvenes, compran ahí.
Y les da igual que sea mierda, hipercontaminante, cosida por niñ@s esclavizados.
"Me llega enseguida y pago poco"
En 2008, William Burns, a la sazón embajador estadounidense en Rusia y actualmente director de la CIA, cablegrafió desde Moscú: “Para la élite rusa (no solo para Putin), la entrada de Ucrania en la OTAN es la más roja de todas las líneas rojas… Todavía no he encontrado a nadie que no piense que la entrada de Ucrania en la OTAN es un desafío directo a los intereses rusos”. Tal y como sugiere el mensaje de Burns, Ucrania posee un significado geopolítico especial para Rusia. Es el segundo país europeo de mayor superficie (después de la propia Rusia), domina la frontera septentrional del Mar Negro y tiene una frontera terrestre de casi 2.000 kilómetros con Rusia. No obstante, en la cumbre de Bucarest de la OTAN celebrada a finales de 2008, cuando la expansión de esta alianza militar hacia las fronteras rusas estaba prácticamente terminada, la OTAN, liderada por EE.UU., declaró el acuerdo sobre su consumación: “Hoy hemos acordado que estos dos países [Ucrania y Georgia] se convertirán en miembros de la OTAN”. En 2011, un informe de la Organización Atlántica señalaba que “la Alianza asiste a Ucrania… en la elaboración de una política de defensa y otros documentos, en la formación de personal,… la modernización de las fuerzas armadas y el aumento de su interoperabilidad y su capacidad para participar en misiones internacionales” –una cooperación internacional que ya había incluido ejercicios navales conjuntos con Estados Unidos en el Mar Negro.
El 22 de febrero de 2014, las grandes protestas, cada vez más militantes, que duraron meses y se centraron en la Plaza de la Independencia de Kiev, provocaron la destitución y el exilio a Rusia de un presidente que había dependido del fuerte apoyo electoral de las regiones autónomas rusófonas del este y había tratado de equilibrar la cooperación con la OTAN con unas relaciones positivas con Rusia, al tiempo que se oponía a la integración en la Unión Europea. Un gobierno fuertemente pro-occidental asumió el poder, con una… » ver todo el comentario