#9 No caerá esa breva..., si hacen eso lo que si están es legitimando y obligando a la OTAN a intervenir en el pais miembro para impedir un golpe de estado... Así nos quitaríamos a algunos cavernicolos de enmedio.
#18 Es que el que manda a los demás a la sublevación, sabe que el no va a ir ni se va a exponer a que le revienten a ostias como poco, para eso ya está la carne de cañón. Es lo mismo que el que llama a la guerra.
#9 Ese vídeo está circulando de forma masiva por grupos de telegram y whatapp de ultraderecha. Cobardes de sillón que mucho mensajito pero no tienen valor para hacerlo de verdad.
#4 Es sensacionalista porque la noticia no es que el maquinista tenga que descansar, sino que Renfe no tenía maquinistas de guardia para este tipo de incidencias. Que manda huevos, que han tenido más de 5 horas para actuar. Pero claro, tener alguien cobrando solo por si acaso cuesta dinero y han decidido mejor ahorrarlo para que algún directivo cambie el todoterreno para llevar a los niños al colegio.
#6#4, creo que #9 da en la clave: hay que entrenar. La lectura no es algo natural del ser humano, aunque tengamos capacidad para ello, nuestro cerebro no nace con esa habilidad. La aprendemos pero no es natural: www.meneame.net/story/leer-es-antinatural
No estoy de acuerdo con #3 en que los clásicos sean aburridos (ni en que tengas que leerlo en un castellano arcaico, existen adaptaciones). Pero sí señala algo interesante: introducir a la gente a la lectura con lecturas amenas, dice él. Yo lo diría de otra forma, pero viene a ser lo mismo: lecturas accesibles.
Cuando iba a la ESO, creo que a tercero, me hicieron leer "Caperucita en Manhattan" de Carmen Martín Gaite. No he vuelto a tocar ningún libro de esta señora después de eso. Tampoco de Pío Baroja después de leer "La ciudad de la niebla". Hoy, con treinta y pico años, soy consciente de que el problema no era el libro, sino mi capacidad de comprender y asimilar el mensaje, y mi madurez. Deberían haberme dado a leer otros libros, quizá otros clásicos como "La isla del Tesoro", que leí en segundo de secundaria, y me fascinó.
En mi casa se leía, se leía mucho. Y me costó coger el hábito de leer. En la ESO leía los libros obligatorios. En Bachiller leía quizá alguno más. En la Universidad la cosa empezó a dispararse un poco más. Hasta hace tres años, no había ningún día que no leyera, entonces nació mi hijo y el agotamiento (intrínseco a los primeros años de paternidad), me hacía dormirme ante las páginas en los ratos libres que intentaba leer. Se paró la lectura un tiempo y ahora, aunque no leo cada día, siempre tengo un libro empezado y otro preparado para cuando acabe, y al menos los días que voy a la oficina aprovecho la hora y veinte de tren (total de ida y vuelta), para quemar páginas.
Creo que #3 tiene razón cuando señala que la lectura no se introduce bien. Si me la hubieran introducido mejor, quizá había empezado a devorar libros mucho antes, y algunos de esos clásicos que no disfruté los habría acabado disfrutando.
#6 Hay un problema, que es que para ser capaz de leer un texto en modo continuo hay que "entrenar". E internet son leer pildoras de información todo el puto rato, o peor, sin leer, podcasts y videos. Yo no digo que no haya cosas interesantes en voz o video, pero es que la lectura obliga a poner en marcha un % de cerebro mucho mayor y a la larga eso evita el envejecimiento prematuro. Yo lo tengo visto que gente que pasa de leer y se pega el dia enchufao al HBO tienen mayores problemas de memoria que tios con 20 años mas que tienen habito de lectura.
#2 No sé yo si me sentiría demasiado solo. Pero entre eso y aguantar a vecinos malintencionados, ruidosos, vandálicos o malas personas, apoyo su frase: qué tranquilo tiene que estar el paisano.