#39 Tampoco te tienes que ir a un pueblo, como si en los pueblos fuesen más tontos que en las ciudades, porque las ciudades están llenas de garrulos oriundos de allí.
****GILIPOLLAS****
El mejor insulto del idioma castellano.
Esa sonoridad, esa contundencia, ese significado que lo abarca todo, lo agusto que te quedas.
Sí se lo dices a alguien, no hace falta decir más.
Un buen portazo marida muy bien con este insulto y es un buen remate.
#86 Lo lógico y saludable es ir andando al colegio, pero, aunque la mayoría de los niños viven cerca de su colegio, por diversas circunstancias hay niños que no viven tan cerca y para eso han existido siempre los autobuses escolares.
#63 Pero es que Franco no solo robó a la gente que asesinó.
También a la gente viva.
Y su mujer, la collares, no te digo nada.
Y toda su estirpe. Una de las.familias más ricas de España.
El robo era su verdadero objetivo, como, por otra parte, el de cualquier otro patriota de estos.
Y si para robar, tienen que cometer un genocidio, lo cometen sin ningún problema.
#154 Ya te digo que si.
Yo es muy probable que los vote, y soy madrileño.
Y conozco a gente de mi entorno que también lo va a hacer.
Y ya de paso, si asisto al hundimiento de Sumar, sería un gran placer.
#35 Solo está diciendo la verdad. La derecha española sigue defendiendo la impunidad del franquismo.
La prueba está en que aparte de nunca se judgó a nadie, cuando gobernó el Partido Popular, retiró todas las ayudas para desenterrar a los asesinados de la dictadura que hoy siguen en fosas comunes.
Es decir, siguen protegiendo a los asesinos y meándose encima de las víctimas.
Maldita escoria fascista.
Porque en España se fomenta la especulación desde los diferentes gobiernos, en vez de cumplir la Constitución para garantizar el derecho a la vivienda.
El problema de la vivienda, el paro y las listas de espera de la sanidad son problemas de los que yo llevo oyendo hablar desde los años 90 o antes y nunca se solucionan, porque no quieren solucionarlos, aunque sistemáticamente lo prometan en las campañas electorales y sistemáticamente la mayoría de los españoles siguen votando a los dos partidos de siempre, que siempre prometen lo mismo y siempre incumplen lo prometido.
España es como el día de la marmota.
Es soporífero ver cómo nunca cambia nada, salvo para ir a peor.
El gobierno puede cambiar las leyes que aplican esos jueces.
En consecuencia, podrían legislar para que no se pueda prevaricar impunemente
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