Desde mi lectura adolescente de la trilogía de Terramar, nunca dejé de admirar a esta sublime escritora. Su crítica irónica sobre las fallas del sistema de promoción en torno a la literatura, es absolutamente necesaria.
Minuto 4.10 del discurso:
Vivimos en el capitalismo. Su poder parece no tener limites, tampoco el derecho divino de los reyes. Todo poder humano puede ser resistido y cambiado por seres humanos.
Vivimos en el capitalismo. Su poder parece no tener limites, tampoco el derecho divino de los reyes. Todo poder humano puede ser resistido y cambiado por seres humanos.
Sublime!!!