Quizás sería una solución a la actual falta de examinadores. Lo que no es de recibo es que una persona pague unas tasas por el examen y después ni siquiera sepa el día en el que se puede examinar.
En España, el consumo de alcohol y drogas durante la conducción sigue siendo una costumbre demasiado habitual que se lleva por delante miles de vidas, muchas de ellas inocentes. ¡Tolerancia 0!.
Muchas personas piensan que la educación vial consiste en aprenderse cuatro señales y aprobar el examen, y con eso ya tenemos bastante. Los 1500 fallecidos anuales de nuestras carreteras deberían hacer que nos tomásemos un poco más en serio este tema.