Landon es un chico de 12 años que un día se despertó una mañana y sintió que había perdido el apetito y las ganas de beber. No tenía ni hambre ni sed. Los médicos pensaron que se trataba de una dolencia que se pasaría con el tiempo, según creyeron también sus padres, ha resultado ser todo un punto de controversia y estudio que tiene a los expertos boquiabiertos y sin saber cuál puede ser su origen.
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